Los alumnos del colegio San Agustín han creado un “Muro vivo” en el patio del centro educativo
- Una acción para luchar contra el cambio climático
La alcaldesa de Calahorra, Mónica Arceiz, y la concejala de Turismo y Educación, Reyes Zapata, han visitado el “Muro vivo”, que los alumnos del colegio San Agustín han realizado en el patio del centro educativo.
Esta actuación se enmarca dentro del proyecto Agustinos X El Clima para luchar contra el cambio climático.
Los estudiantes de 1º de Bachillerato de Biología y del grupo de enriquecimiento Praedium de 3º y 4º de ESO han diseñado e implementado el «Muro Vivo» o “LIVING WALL”.
De la decoración de la zona se han encargado los alumnos de Educación Plástica de 3º de ESO, que han pintado figuras de la obra de Keith Haring representado los valores medioambientales y agustinianos, como el respeto a la naturaleza, la resiliencia, el compañerismo, la empatía y el amor.
“Este muro vivo no solo se presenta como una solución innovadora, sino que también ofrece una amplia gama de beneficios para la comunidad educativa y la sociedad en general. El objetivo principal es mejorar la calidad del aire, crear un entorno escolar más saludable, promover la educación ambiental, fomentar la biodiversidad local, embellecer el entorno y fortalecer la participación comunitaria hacia la sostenibilidad y el bienestar”, ha explicado la profesora de Biología, Ángeles Ríos, que ha señalado que “tiene beneficios destacados como la mejora de la calidad del aire, la reducción del efecto isla de calor, la educación ambiental, la promoción de la biodiversidad, el estímulo estético y emocional, el fomento de la participación comunitaria y el establecimiento de un ejemplo de buenas prácticas replicable para otras instituciones educativas y comunidades”.
El “Muro vivo” es una combinación única de vegetación autóctona y tecnología fotovoltaica, que además de embellecer el colegio cumple con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como energía asequible y no contaminante, acción por el clima, vida de ecosistemas terrestres e industria, innovación e infraestructura.
Es una herramienta poderosa para combatir las causas y los efectos del cambio climático. Por un lado, la vegetación contribuye a la captura de carbono atmosférico, ayudando a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global.
Por otro lado, la tecnología fotovoltaica utilizada en el Muro Vivo genera energía renovable a partir de la luz solar. Esta energía limpia y sostenible no solo reduce nuestra dependencia de los combustibles fósiles, sino que también disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la generación de energía.
Además, el Muro Vivo actúa como un sumidero de carbono, absorbiendo y almacenando carbono atmosférico en la biomasa de las plantas. Esto ayuda a contrarrestar los efectos del cambio climático al reducir la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, contribuyendo así a la estabilización del clima global.
“El proyecto se enfoca en objetivos específicos que van desde el diseño e implementación del muro vivo hasta la selección de plantas y tecnología fotovoltaica adecuadas, la investigación y desarrollo, la educación y concienciación, el monitoreo continuo y la difusión de resultados”, ha detallado Ríos, que ha destacado también que “demuestra el poder transformador de la acción local en la lucha global por un futuro más sostenible y resiliente”.