Museo Diocesano

El Claustro de la Catedral de Santa María alberga una exposición permanente de arte sacro que el Cabildo guarda en depósito. Las piezas provienen de diferentes pueblos de la diócesis que, o bien han desaparecido, o no cuentan con medidas de seguridad necesarias para proteger los tesoros de sus Iglesias.

La mayoría de ellas son retablos, esculturas y orfebrería de los siglos XVI al XX. Destacan especialmente la Biblia Sacra en pergamino del siglo XII, la Custodia del Ciprés donada por Enrique IV o el fragmento de la Torah Judía del siglo XV.

El claustro se comienza a construir en 1453 por Juan y Martín de Olave, obras que se abandonan en 1549 debido a las crecidas del río Cidacos. En 1975 se restaura y completa la galería sur, acondicionándola como Museo. Así estuvo hasta el año 2000, momento en el que albergó la exposición «La Rioja Tierra Abierta». Tras un periodo de reformas, y gracias a la ayuda de los voluntarios de la catedral, el Museo vuelve a ser visitable.